Esos mails

Caray... no sé qué sentir cuando veo el correo del trabajo.

Mails de hace 2, 3 años. Los recibidos, los enviados, los borradores.

Entre los enviados y recibidos vi uno de Pablo.

Ese jesuita que no conocí muy bien, pero que sus visitas a la oficina eran un festín de voces, risas, pensamientos y reflexiones. Sus gustosas ganas de siempre emprender cosas nuevas; de animar a los chavos; de entrarle a lo que fuera con tal de hacer algo por ellos. Ese amor por los demás.

Pero como digo, lo conocí muy poco.

Poco después de su muerte lo soñé. Soñé que iba nuevamente a la oficina y prometió visitar más seguido.

El tiempo pasó. Me fui de voluntaria. Y he conocido a jesuas muy chidos.

Y todos me recuerdan a Pablo. O me gustaría que todos fueran como él.

No sé.

Ese idealismo que siempre pienso. El idealismo que me persigue siempre. Hoy lo constaté en otra situación... pero es algo siempre presente.

¿Está mal?

No lo sé.

Hoy solo sé que me hubiera encantado conocer más a Pablo. Que me contagiara de su espiritualidad. De su idealismo.

Leo su mail y lo escucho. Con tono y sus voces y acentos de admiración en su correo.

Leo su mail y me acuerdo de los proyectos de ese momento.

Leo su mail y me entra el sentimiento ante lo imposible en este momento: su presencia física aquí y ahora.

Les comparto un mail. Y un video póstumo que hice con todo el cariño del mundo.

Y un gracias a Dios por mandarnos a personas cómo él. Siento una bendición que me haya permitido conocerlo; me hubiera gustado que nos lo hubiese dejado más rato, pero bueh... Él sabe por qué.




Pablo Martínez wrote:
> indigno yo de semejante honor!
>
> pero qué de bueno podré tener como para que las expertas de la comunicación me consideren en su empresa?
>
> mi corazón se acelera na-màs al oir la propuesta...
>
> ni mollo, me pescaron en donde no puedo mas que decir... 'tonces, ¿pa cuándo?
>
> preferiria que fuera por la tarde, quiza el viernes pue sese dia no tengo clase en la uni... tu dime
>
> Saludos, y gracias.
>
> Pablo
>